La ciudad está diseñada por hombres y para un sujeto específico que se desplaza de un punto a a un punto b, lo que genera problemas de accesibilidad y movilidad para todos aquellos que no cumplen con estas características.
Dentro de todas las desigualdades que se viven en la ciudad una de ellas es la violencia que experimentan mujeres y disidencias con respecto a la inseguridad que en las calles, en espacios de espera o en recorridos, lo cual es propiciado por la morfología de la ciudad y la falta de programa que existe en la misma.
El diseño de la ciudad tanto morfológico como programático genera y propicia la violencia de género Existe una sensación generalizada por parte de las mujeres de inseguridad en el recorrido hacia sus actividades diarias y de éstas a su casa, ya que las características urbanas incrementan las posibilidades de que pueda llegar a pasar algo antes de llegar a su destino.
