Desde sus inicios en la historia de la humanidad han existido las relaciones de poder, las cuales se han materializado de diversas formas, una de ellas es la arquitectura. Y es aquí donde podríamos preguntarnos, si el poder necesita de la arquitectura para trascender o al contrario los arquitectos solo fueron sucumbiendo de a poco ante los poderosos que a través de las construcciones desmedidas buscaban consolidarse ante los demás.
La relación entre el poder y el cuerpo arquitectónico, fue inevitable en las ciudades antiguas, lo es ahora y si seguimos construyendo para los poderosos, también lo será en un futuro. Para analizar este tema, vamos a centrarnos en tres puntos importantes: la magnitud, la densidad y la calidad, presente en la película Metrópolis,
estrenada el año 2001 y dirigida por Rintaro.