"La ciudad que nunca duerme”, “la ciudad de las oportunidades” esos son los eslóganes de la ciudad que ofrece la oportunidad de ser exitoso, importante, de tener lujos y te invita a cumplir el sueño de ser “alguien”, en ella.
Pero cuando llegas te encuentras con un ruido molesto, un movimiento agobiante e incesante, donde para tener una oportunidad debes competir por ellas “camarón que se duerme, se lo lleva la corriente”, vas buscando una
oportunidad de ser alguien y en verdad, terminas siendo solo una mancha más, una sombra difusa entre muchas,
invisible en medio del ruido y movimiento. 2) Al perseguir el “éxito” dejamos de apreciar los pequeños y valiosos detalles de la vida. Gastamos energía en obtener el mejor auto, departamento o la ropa más cara, para “ser
alguien importante”. pero lo vano del éxito material nos deja vacíos por dentro.
La verdadera utopía está en esos momentos escondidos en la cotidianidad, donde estas en compañía de personas con las que compartes un afecto mutuo, disfrutando de calidez
del sol, un espacio donde estas cómodo, donde puedes ser vulnerable confiando en que estas seguro y donde a pesar de los tropiezos no eres una sombra no debes competir.
